sábado, 25 de octubre de 2014

realidad social actual y la educación

    Realidad social y la educación (Carolina Cabrera)



El devenir histórico

Nuestra sociedad, nos demuestra su búsqueda indeterminada de situaciones superadoras, de los diversos recovecos de la sociedad, que se han transformado en la liberación de las almas individualistas confrontadoras del sistema global.
El sociólogo “Zygmunt Bauman” en su libro “Modernidad líquida”, nos retrotrae a los diversos paralelismos entre aquello que fue y lo que es hoy.

La educación como sistema de aprendizaje, no queda librada a los cambios y rupturas de la modernidad, ya que, cada institución en forma genérica, se constituye por individuos que conformaban y conforman el sistema social, económico y político de su tiempo.

Retomando la idea de “modernidad líquida”, en este concepto, para que hoy se sitúe aquello que es “líquido”, anteriormente existió aquello “sólido”, por sólido entendemos aquello que conserva su forma, aquello duradero, y por líquido, el fluido y lo leve.

Los antónimos se exponen en el comienzo de la modernidad sólida y en el actual transcurso de la modernidad líquida.

Aquello que se encontraba encerrado, reprimido, endurecido y homogeneizado buscaba desesperada mente la libertad, la emancipación, lo heterogéneo, lo fluido.

Para desarrollar el devenir histórico de nuestra sociedad y comprender su influencia en los individuos y también en lo que ataña a nuestra educación, es necesario describir algunos conceptos del comienzo de la modernidad “sólida”.

En tiempos de incertidumbre, fue necesario establecer una organización en la praxis de todas las disciplinas, aunque algunos deseos se encontraban reprimidos, el ser colectivo de la sociedad necesitaba encontrar el camino “ideal”.
La sociedad estaba regida por normas, valores y costumbres que se creían duraderos, el miedo a la libertad sin rumbo que ofrecía la postura crítica, aterrorizaba al ciudadano que contemplaba sus días en la pirámide social y estructural del mundo (…) ¡¡el terror de no ser guiado.!!

Así como la masa de sujetos necesitaron en su tiempo, desplomar el “templo civilizador de la educación”, para que éste sea conformado por todos los individuos que creían necesaria la búsqueda de la razón sin restricciones, (pero que también aspiraban a su bien individual y la libertad de elección), todo esto sostuvo una instancia anterior a la cual debieron rebelarse.
Así , pues, la modernidad pasó de ser sólida e invariable a lo que Bauman denomina “líquida”.


El capitalismo
Muchas de las causas (por no decir todas), de la trasformación del sujeto social, del trabajo de la inmediatez, de la individualidad latente y la sociedad colectiva por interés, son causas del capitalismo violento, que viene sofocando desde aquel capitalismo pesado.
Se ha perdido el ideal pansófico” y ¿cómo se ha perdido?.
El capitalismo de la modernidad pesada modelaba al mundo, establecía el orden y la obediencia.
Las fábricas fordistas describen a la sociedad moderna y al sujeto alienado por años, el mundo duradero y lento.
El mundo pesado establecía rutinas y “perseguía fines establecidos por otros” “Bauman”. La rigidez, la autoridad, el no ver más allá, establecía una vida repetitiva, necesitan rebelarse ante todo ese sistema sofocante.

Y en primera persona, me cuesta visualizar un espacio donde las situaciones no surjan de manera rápida y cambiante como nos demuestra nuestra sociedad en la actualidad.
El capitalismo liviano es todo lo contrario al antecesor.
Se encuentra la incertidumbre de los fines,la poca reflexión, ausencia de valores, y la pérdida de lo duradero en este mundo de la inmediatez ( ¿pero no es acaso esto lo que querían?) el ideal es mucho más incierto cuando te ofrecen muchos ideales!

La sociedad no es predeterminada, y la libertad existe pero nunca se encuentra satisfecha, siempre hay algo más por hacer, por buscar, por realizar la labor, tanto así que las oportunidades son infinitas. 
La labor es liviano, porque no resulta factible los tiempos largos, hay muchas oportunidades como para estancarse en sólo una.
En la educación también observamos aquello que no se conforma a nada, la demanda del mercado de la razón, la sociedad exigiendo día tras día el mejoramiento de todas las herramientas posibles, porque nada puede quedar inmóvil ante la oferta y demanda y la esfera de lo privado importa más que lo público.


El mercado

Si la modernidad líquida nos habla de “mercado”, el “consumo” no puede estar ausente. Bauman hace referencia a la compulsión de los deseos del hombre, ya no importan los fines, el consumo y deseo son más amplios que los medios disponibles para obtenerlos.
Pero la obtención del deseo es totalmente efímero porque no hay conformidad, los medios de comunicación también son culpables por su batalladora máquina de ofertas innecesarias para un sector determinado.

La ostentación de los medios es culpable, por hacer creer a muchos sujetos que “eso es posible”.
La ostentación hace infeliz al que no tiene los recursos, lo que el mercado te ofrece es inalcanzable para los medios con los que se dispone, y es allí donde fluye todo tipo de controversia social.
Algunos deseos no son “necesidades” pero el mercado hace creer que es así.
La brecha social es dividida por aquellos que “necesitan y quieren obtener esos deseos” y por aquellos “que quieren defender sus objetos materiales”, aquellos objetos que fueron deseados, luego obtenidos, y luego descartados, para la obtención de la última oferta por atesorar!.

Espacio/tiempo

En este contexto de la modernidad líquida, “el tiempo y el espacio” es el choque entre la “realidad y entre lo que creen que es la realidad”.
La obsesión por el consumo recorre todos los lugares, tanto como el espacio público y el espacio privado “el mercado se amplía a todas las dimensiones”.

La gente obsesionada con la amenaza pública, con el roedor, con “el otro”, ¡¡la comunidad invisible les aterra!!
Por eso el consumo de seguridad para alejar al extraño se encuentra en la modernidad líquida, buscan refugio en la “comunidad de los iguales” a ese sector que se encuentra dentro de una misma categoría,es decir “los civilizados”.
Estos civilizados aterrados por el afuera, piden más castigos a los vagabundos, más represión y mayor lejanía, vivir lejos de la otredad inferior, de “su particularidad privada, hacen una demanda pública”.
Pero a su vez necesitan de la otredad inferior, para diferenciarse, si no su ostentación queda ¡disminuida!.
Pero hay lugares donde no pueden escapar del choque entre extraños,”el espacio público”.
Es inevitable, el espacio público es el encuentro de la comunidad, las plazas, los cines, los medios de trasportes.
Pero también hay sectores donde la seguridad está garantizada, que son aquellos lugares de consumo, donde se encuentran “las personas de una misma categoría” ( así también sucede en los colegios).
Entonces si el espacio público obliga a la sociedad a toparse con extraños, los sectores de la sociedad, buscan lugares donde esos extraños puedan ser evitados, así lo sugiere “modernidad líquida”, el mercado te ofrece el consumo en lugares de gente parecida.

Todo lo descripto al espacio y territorio es consecuencia de las obsesión moderna y la conquista territorial y el espacio como poder!.

Ahora bien, con lo que respecta al tiempo, entendemos que en tiempos de la modernidad pesada, el tiempo era algo duradero, todo eso se contradice con la actualidad, donde se está en contra de una estructura duradera, de una vida laboral que dure toda una vida, nos encontramos en “tiempos de software”.
El tiempo, es un tiempo sin consecuencias, lo instantáneo es algo satisfactorio y el tiempo y la distancia perdieron su sentido.!!!


La educación”
¿A qué concluye todo lo descripto? la relación directa entre el recorrido de la modernidad pesada hacia la modernidad líquida, las consecuencias de una sobre la otra y la realidad social actual en sus dimensiones y por consiguiente con la educación!!.

El artículo de Francois Dubet “El declive y las mutaciones de la institución”
hace referencia a el declive que sufrieron las instituciones educativas a lo largo de su trascurso desde los tiempos modernos.
Por empezar en los tiempos modernos la educación se encontraba a cargo de “La Iglesia” la institución moral y transmisora de valores.
En su invención pedagógica fue creadora de un sujeto determinado, el sujeto guiado por la Fe y la socialización.
La socialización cristiana es la adhesión de las normas y valores ofrecidos por la Institución Católica.
Así como en la modernidad pesada Bauman la describe como homogénea, pesada, duradera, la educación en ese contexto emergió de forma similar, guiada por el dogmatismo, la organización, la ritualización de el sistema, y la confección de una “ideal sagrado” y conservador!.
En los comienzos de la invención pedagógica se encuentra, por principio, “la vocación del maestro”, encarnados en los ideales del programa institucional, luego el “santuario sagrado”, la escuela era separada de la sociedad, de la realidad en sí misma, solo ejercía el papel de establecer conocimientos y por comienzo “sólo a unos pocos”, era un orden- regular.
La obediencia era un principio universal, y seguramente este fue otro de los factores, en la búsqueda de la emancipación moderna.

En el programa pedagógico o programa institucional también se volcaba la relación con el ciudadano, querer liberar a “el otro” por medio de la razón, es también referirse a las estrategias de la cultura dominante, sobre la cultural universal.
El autor hace referencia a la “ilusión pedagógica”.

El declive del programa institucional afecta a esa naturaleza del trabajo sobre el otro, pero también a los nuevos tiempos de fluidez, los mismos grupos que se creen civilizados, se sienten invadidos por la barbarie, de esa barbarie se sostienen aunque lo nieguen!.

En la modernidad líquida, la sociedad actual, ha provocado el desencanto de los valores universales y sagrados, de los principios homogéneos, y por supuesto que afectaría a las instituciones educativas que conservan los estereotipos del pasado, ¿será tiempo de una nueva educación?.

Pero antes de plantear nuevos sistemas, es tiempo de replantearse por qué estos hechos ocurren, al igual que en los hechos sociales, en donde se dice que hay pobres pero nadie dice por qué razón los hay!.
En la educación pasa exactamente lo mismo, todo el sistema está mal, la educación está en declive, pero pocos dicen por qué, y cuales son los comienzos de estos conflictos y las causas principales, y el cómo transformar esa realidad por medio de sistemas justos y no retomando ideas retrógradas.
Por eso también, se realiza un punto de referencia a la educación más democrática y política.

Retomando la visión moderna, entendemos que en la modernidad líquida la influencia del mercado está muy latente, la educación también se ha transformado en el mercado de la razón, de las apariencias, de las clases sociales.
Y la escuela debe responder a múltiples demandas, ya no de un santuario Católico, sino para el conjunto entero de la sociedad.

La crisis del programa institucional también es la crisis de la vocación, hoy lo que se sostiene es el oficio, "los trabajadores de la educación", la autoridad y valor del maestro ya no recae sobre un principio sagrado o superior.

La escuela ha ido democratizándose, incluyendo a las masas, y buscando equidad e igualdad.
Pero fuera de este sistema las desigualdades siguen existiendo.
La modernidad líquida ofrece eso, así como un consumidor está insatisfecho constantemente por el incremento de la oferta y demanda, lo mismo ocurre con las instituciones, así como ciertos sectores quieren diferenciarse de la otredad que detestan, buscan instituciones que realicen lo mismo ( diferenciar), si el mercado te lo ofrece, eso se compra!!

Si hoy en día el docente debe motivar a sus alumnos, y él mismo debe construir su propia personalidad, también estamos refiriéndonos al mismo sistema líquido, al sistema individualista.
El programa institucional se encontró en crisis en su propia liberación, si en la modernidad pesada necesitaba de cambios estructurales, por la rigidez de sus prácticas, en la actualidad, se desequilibró en la base de su propio principio, como el autor hace referencia sobre la “burguesía francesa”.
El declive de las instituciones es producto de la transformación en la búsqueda de la afirmación en este mundo moderno.